Bogotá primaveral

Despertamos con Nobel de Paz, intentando con las palabras retomar la esperanza y la confianza en la humanidad... en este país ocurre cada cosa, es un contraste diario y a veces hay hechos tan absurdos e inexplicables que cuesta superarlos... pero como diría nuestro presi, el sol de la paz brilla y quiero creer que así es!
El día comenzó con coros navideños, los de siempre, los que nos gustan.  Esta vez logramos buena ubicación y disfrutamos las voces de los pequeños... el nuestro no muy activo, igual cantó y participó, a su manera.



La mañana finalizó con la entrega de un bonito informe en Talante, muy buenos comentarios de los cuales sentirnos muy orgullosos, con trabajo por delante, claro está.



En la tarde nos dedicamos a pasear y a disfrutar la ciudad, escapamos de las multitudes y encontramos bonitos lugares en barrios que no frecuentamos tanto.




Un sábado más que se acaba, pero del que recordaremos un Nobel.

Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―