De novena y otras diversiones

Con la Navidad a pocos días y con mucha ilusión de encontrarnos nuevamente, nos preparamos para una novena familiar. El día estuvo muy familiar sí, pero de novena... ni bueñuelo, ni villancicos, menos Padres Nuestros y Ave Marías... Pero el propósito se cumplió.  Nos vimos, celebramos y nos anticipamos a la Noche Buena con todo.  




















Entre vítores y aplausos recibimos al más preparado de los elencos, pero como no todo es perfecto en el mundo del arte, una que otra interferencia surgió y la improvisación reinó.  El tan anhelado show contó con Rudolf en versión baile y canto al ritmo Zapata, y también con aquella melodía de voces africanas muy bien acompañada por bongos. Pero definitivamente el festival de talentos no habría sido lo que fue sin el primo Felipe, que con su entonada voz pasó al escenario y nos sorprendió con la más ensayada de las canciones... y qué decir de María y José, que con todo y ángel acompañaron esta tarde de derroche artístico. Chistes, interrupciones varias y muchas risas que seguro volverán.











Como el plan era completo, también tuvimos jornada de globos de agua y saltos, un tanto arriesgados todos los intentamos y muy bien la pasamos.
 







Además de todo tuvimos torta de cumple y soplamos vela para que todos los deseos de la tía Maru se cumplan y el año que empieza sea maravilloso, así terminamos una jornada navideña que nos gustaría repetir, ojalá para la próxima se unan los ausentes.






Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―