Almuerzo peliculero

He aqui uno de los episodios más fascinantes del finde que recién paso, todo un oasis de sensaciones.  Desde la pinta de los anfitriones, el medio día dominguero fue todo un aliciente para los sentidos. 
Repetimos lugar pero para nada fue similar... Celebramos el día del padre con platos de aspecto multicolor, arte en cada momento del menú, olores diversos que inundaron la mesa y por supuesto… asombro. Así fue, compartimos un almuerzo con varios instantes en los que surgieron las risas, cómo no si hubo chupada de dedos y lamida de plato. Estuvimos muy atentos a cada instrucción, nos concentramos en las sensaciones prestando total atención a los sabores hasta que nos convertimos en parte del espectáculo del lugar. Texturas, sabores, olores y sensaciones múltiples que terminaron con el aroma de un café que disfrutamos desde su preparación y con la ambientación de un amanecer en finca cafetera.
Y claro que hay imágenes, fotos de ser felices y estar muy contentos, solo que incompletos… Mi madre se ausentó.











Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―