Cosas de primos

Día de velitas celebrado desde muy temprano. Un perfecto plan prenavideño que disfrutamos al cien, en especial, los peques. 
Desde que se encontraron fue un no parar de hablar y reír. Agotados, después de un viaje que resultó casi eterno, de una extensa y divertida jornada de parque y de un intenso y “entretenido” juego de planeacion financiera, encendimos velitas, pedimos deseos y jugamos, prudentemente, con cera caliente. La tradición de las velas en esta época del año me parece de lo mejor, la luz y la ilusión son antesala perfecta para Navidad y celebrar bien acompañados es invaluable. No hizo falta mucho más.






























Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―