Vale la pena

Encuentros como el de anoche, riendo sin parar, merecen repetirse una y mil veces más. Exprimimos la noche y aprovechamos cada instante, con unas cuantas copas de champaña bailamos y hasta cantamos, fuimos felices y ya queremos el próximo plan. Qué bien sienta compartir con quienes conocemos de siempre!!!



 








Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―