Porque seguimos de celebración, porque nos gusta pedir deseos, porque agradecemos nuestra suerte y porque queremos que la fiesta no se acabe, mucho menos antes de que llegue el día señalado... Por eso y más, nos fuimos de rico almuerzo sabanero.
Momentos divertidos y cariñosos que hacen que la vida valga mucho la pena... Ratos felices que nos alegran el corazón.
Y el peque, que cada día deja de serlo, la pasó de lujo.. un encuentro inesperado y bastante entretenido.
Sister querida, miles de besos y que sigas disfrutando.