Playa Blanca

El plan para terminar el año fue la Laguna de Tota... aunque nadie se animó a acompañarnos, convencí a Pancho de llevarnos y valió la pena.  Como siempre, el lugar está hermoso, el recorrido fue algo tortuoso porque seleccionamos la peor de las alternativas... también como siempre, no somos muy hábiles en aquello, y además confiamos en las indicaciones de los lugareños, que por supuesto hacen el recorrido caminando o en burro, que para el efecto es igual. Total, anduvimos más de una hora comiendo polvo y estrenando los amortiguadores del auto de la sist.... pero los paisajes fueron lo máximo, así que da igual.

Una vez en la playa, a protegernos del viento y a disfrutar el lugar.  Afuera zapatos y a dar muestras de valentía.... Daniel fue el primero, por supuesto... pero llegó solo hasta los tobillos, el agua estaba verdaderamente helada... claro que no faltan los realmente valientes, que nadan como si del Caribe se tratara.

Una pausa para el almuerzo, y de nuevo a la playa, a construir castillos y hornear tortas... a hacer magia y a conocer amigos.... fue un buen día para terminar el año... súper relajados y sin complicaciones.
















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