Simpleza
En mis intentos por organizarme, retomar el rumbo, alejar la dispersión y lograr que mi cerebro se enfoque por más de treinta minutos en algo, terminé pensando que puedo comprometerme con poco este año. No hice balance de 2024, tampoco lista de propósitos para 2025. Estoy enredada todavía con mi nuevo estatus de trabajo, con la incertidumbre y la pereza. Pienso en que sería mejor estar en el campo, incluso volver a estar de paseo, pero tampoco tengo muchas ganas de salir de la casa. O sea, de nuevo soy una suma de contradicciones. Pero, venía a dejar por acá mis intenciones, a ver si al menos repasándolas de vez en cuanto las dejo de pasar por alto y le doy valor y sentido a mi lucidez de diez de enero, espero que no sea solamente tierna inocencia la que me embarga. Todavía estoy a tiempo. Me lo voy a hacer fácil. Van numeradas y todo para el seguimiento respectivo.
- Volver a escribir a mano. No solo hacer puntos en las reuniones. Tomar notas legibles, apuntar ideas, organizar mi mente con papel y lápiz.
- Beber agua suficiente. Al despertar, a media mañana, otra vez a media mañana, pasado el mediodía. Sin exagerar porque no quiero permanecer en el baño. Y en línea con esto, dejar la coca cola, sin extremismo, no, pero cada vez menos, mucho menos.
- Dejar el último café del día para después de almuerzo, en serio. Nada más allá. Ni cappuccino.
- Al menos dieciséis mil pasos en promedio al mes, ojalá varios más. Igualar o superar tendencia 2024. Sería un plus si logro trotar uno que otro kilómetro, pero no me voy a poner muy exigente.
- Mantener mis buenas costumbres: estar con la family, ver a mis amigos, salir de vez en vez a comer rico, encontrar muchas recetas para que Pancho materialice, escribir breves historias en las que he sido feliz, escribir breves historias sin apellido, dar un paseíto de cuando en vez, una escapada a la playa, cine con mis chicos, cine sola, subir cerros, dormir, dormir y brindar que la vida es bella.
Comentarios
Publicar un comentario