Un domingo muy domingo
Llevamos casi una
semana de lluvias, las nubes gordas y cargadas han llegado para llenar los
embalses y para quedarse, pero ayer, ayer después de mucho desearlo, dieron un
poco de tregua en el campo y tuvimos tarde grisácea, pero seca. La compañía y
la buena onda irradiaba la luz que necesitábamos, todo un lujo. Fue una tarde
de celebración de cumple con mis amigos peligrosos en familia. Pocas veces nos
encontramos todos y estuvo lindo. Compartimos emociones y sonrisas, uno que
otro recuerdo también y confirmé que soy un tanto extraña para mí, la mirada de
ellos me ve de una forma que no percibo mucho. Quizá nos pasa a todos, pero me
ven lindo y me quieren, así lo siento.
Comentarios
Publicar un comentario