Experiencia intima
La esencia de la brisa que impregna el ambiente junto al latido de un corazón que trasciende son la emoción del trayecto. Las palabras y los pasos actúan como refugio. Me permiten bailar, hablar, decir verdades, imaginar futuros, reconstruir pasados. A través del lenguaje y del movimiento veo más allá de la mirada, calmo la noche, aprecio la música, siento la vulnerabilidad del cuerpo. Avanzo y siento expresiones que son sonidos, los de las cosas que ocupan la ruta en la que me muevo, un desplazamiento que trae recuerdos, memorias que llegan nítidamente y alumbran el camino. Vuelvo a lo que ocurrió y todavía persiste.
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