Silentes
De
lo más inesperado, inusitado, profundo. Se reencontraron. Un encuentro repleto
de cosas sin explicación. Una transacción fluida, rápida, escueta, sin rodeos;
un intercambio desenvuelto para comenzar. Sentados a la mesa, mirándose frente
a frente, sonriéndose en silencio. Así por largo rato, así hasta que se
despidieron. Muchos sueños se deshacen en el aire —o esa fue la sensación,
quizá se equivoque, no lo sabe —. Sin embargo, al recuperar la conciencia,
sobre la hierba húmeda y suave, resultó, por supuesto, que no había intención
de permanecer.
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