Octubre a todo color

Un vistazo a los días del mes que anduvieron diversos, entretenidos, naturales, musicales y brillantes. Días en los que yo estuve cansada, contenta, devastada, entusiasmada, con energía, ansiosa, enfurecida... una mezcla, la mezcla habitual. Incluso el clima fue así también, tormentas, bajada de temperatura, sol inclemente… Tuvimos cata de panes y helados cremosos hechos en casa, brindamos con espumosos, vino blanco con hielo y vino tinto afrutado; compartimos cafés con trozos de chocolate, con leche de soya y aromáticas en todas sus presentaciones y sabores. Estuve bajo los árboles largo rato, caminé dieciséis mil quinientos pasos diarios en promedio, amé los colores de las flores del jardín y de los parques que visitamos. Afronté desaciertos sin drama ni misterio, asumí la fatiga de unos días y descansé a pierna suelta otros. Seguí haciéndome demasiadas preguntas sin encontrar respuestas en mis monólogos diarios; soñé emociones, historias, trivialidades. Fuimos a conciertos, por un lado, un Grita Fest tormentoso que se disfrutó a tope y, por otro, la dulzura y el talento de Silvana Estrada. Paseamos con calor y con frío, descubrí nuevos cafés, pasé por varias librerías. Me encontré con los tres gatos, unas onces conversadas y un almuerzo de actualización. Brindé y me reí con mis amigos peligrosos. Fueron días de guiones, cine, series y pelis. Lloré con la tumba de las luciérnagas, recordé cuánto me gusta el sur de Chile con Al sur del corazón, lamenté que el Joker no estuviera a la altura. Y claro, también tuve jornadas de trabajo intenso y ahí, bueno, sigo sin entender muchas cosas, no conceptuales, pero sí comportamentales. Cosas que cuando pasan no se entienden y cuando se procesan se entienden menos. En fin, no todos los finales son felices. Ya se sabía.

Ah y me convencí este octubre, entre otras cosas, de que cuando no puedo caminar, quisiera teletransportarme, el mundo me agota cuando hay que esperar en carreteras o aviones… y bueno, lista estoy para las ferias y fiestas que se avecinan.














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