Una verdad a medias
Un día a día insignificante. Se percibe como una mujer total que puede con todo. Pero semejante ser. Toda una subnormal que arma drama y crisis por cualquier cosa, como si se tratase de asuntos de gran relevancia. Causa terror, casi parece que de verdad fuera de vida o muerte, cuando en realidad se refiere a que alguien ha dejado de hacer una minucia o ha hecho una minucia extra. Le gusta ver el miedo que provoca en los demás. Es algo primario e intenso, debe adorar sentirse dueña del poder. Asume que todo lo que dice merece ser escuchado y aplaudido. Los mira sin verlos, siempre tiene los ojos muy abiertos, pero les habla sin mirarlos de verdad, como si fueran un estorbo que solo perturban su paz con su presencia y su existencia. Pienso en cómo ha sido capaz de mantenerse en tantos lugares haciendo que los demás padezcan su engaño. No entiendo porque nadie le replica, nadie le contradice, nadie la manda a callar. Seres humanos infelices manteniendo por inercia y pura desidia la situación. Me pregunto, con frecuencia, qué pasará por la cabeza de esa mujer que encuentro fea y extraña. Un persona nefasta, capaz de llevar a otra persona hasta la extenuación, hasta la frustración absoluta. Imagino un trágico mundo interior, una vida atormentada e infeliz.
Comentarios
Publicar un comentario