Espléndido y feliz

Al abrir los ojos, con la luz cálida del día que empezaba reflejándose en la puerta, tuve la sensación de haber descansado realmente. Se siente bien despertar así, una extraña sensación de calma luminosa.

En el curso de esta frenética semana habíamos salido ya una vez a plan familiar y hoy repetimos. Sería poético que estos  instantes mágicos durasen un poco más…Definitivamente he descubierto que todavía espero sorpresas.

Ahora, después de una larga caminata, hay más marcas del sol en la piel y algunas señales que empiezan a permanecer en mis pies, pero nada me gusta más que caminar en días de sol con un poco de frío, oyendo las historias de mi hijo. Ha sido un domingo primaveral en expansión constante. Rebosante de luz.






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