Agosto se empieza a agotar

Todo empezó siendo demasiado grande para mi mente y nuevo para mi mirada, pero he ido acomodándome a muchas y muy diversas circunstancias laborales, incluyendo la presencialidad y las numerosas tareas, no todas con mucho sentido.

Otro mes que terminará, se nos está yendo como tantas otras cosas, dejará de suceder, se sumará a los agostos que ya ocurrieron, pero creo que faltan muchos por venir. O no. Mientras tanto, continúo aprendiendo, intentándolo. Los días ocurren uno detrás de otro y yo avanzo en la labor, disfrutándola pocas veces, aburriéndome casi siempre. Si lo pienso un poco, sólo un poco, es absurdo que me queje, por eso lo evito. La vida me trata bien, he tenido suerte, es solo que preferiría otro plan para los días de semana porque me siento sin propósito ni guía, en un ambiente de cielos color acero... tan así que parece que nada tiene sentido.


Qué fácil pasar de la felicidad absoluta del finde al cansancio anímico que llega por falta de estímulo, pero sabré tolerar los altibajos, esos que nunca faltan en cualquier camino; así que bueno, no se acaba todavía el mes, pero sí se aproxima el fin del martes y acá comenzará la historia de la semana. El retorno es imposible, así que dejaré atrás sin estridencias, sin la inquietud que supone el futuro.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Somos encuentro

Y un día ya puedes conducir

A un ritmo distinto