Agosto se empieza a agotar
Todo empezó siendo demasiado grande para mi mente y
nuevo para mi mirada, pero he ido acomodándome a muchas y muy diversas
circunstancias laborales, incluyendo la presencialidad y las numerosas tareas,
no todas con mucho sentido.
Otro mes que terminará, se nos está yendo como tantas otras cosas, dejará de suceder, se sumará a los agostos que ya ocurrieron, pero creo que faltan muchos por venir. O no. Mientras tanto, continúo aprendiendo, intentándolo. Los días ocurren uno detrás de otro y yo avanzo en la labor, disfrutándola pocas veces, aburriéndome casi siempre. Si lo pienso un poco, sólo un poco, es absurdo que me queje, por eso lo evito. La vida me trata bien, he tenido suerte, es solo que preferiría otro plan para los días de semana porque me siento sin propósito ni guía, en un ambiente de cielos color acero... tan así que parece que nada tiene sentido.
Comentarios
Publicar un comentario