Una forma de permanecer, de estar
Reconocer
el derecho a equivocarnos alguna vez, pero avanzar, ha sido difícil pero no
imposible, es un reto de valientes aceptar ser muy imperfecto con fallas y
angustias, pero libre de ser. Entre que las cosas no salen cómo esperaba y que
he creado personajes grises para un intento de relato, sin darme cuenta, creo
que mi ánimo se acerca al subsuelo —el video de
retroalimentación de mi último curso me ha permitido descubrir cosas que no iba
buscando—.
Al final somos un poco lo que pensamos y lo que hacemos, así que he decidido inclinarme por pensamientos bonitos y actividades alegres. Aun cuando no todo brille, es rico y liberador sentirse bien con uno y saber estar en paz.
Llevo un tiempo soñando con vivir en el campo y últimamente se pasa por mi mente abrir un lugar para crear y otro para escribir algún libro durante las horas serenas. Recientemente imagino una casita de cristal para organizar alguna suerte de retiro o taller creativo. Espero que lo de vivir en la ruralidad llegue a buen puerto, pero no estoy convencida de que se materialice el otro sueño, me conozco, pero imaginarlo funciona para explorar la sensación de un futuro con inventiva e ingenio, inspirado en el color de las flores y el aire del jardín. Sólo para ver qué significa realmente. A mí me resulta estupendo escapar del bullicio, de los días llenos de trabajo, quizá para otros también sea revitalizante, sería algo sencillo que funcionaría como inspiración para vivir una vida en el presente.
Una mañana de soñar despierta sin cambiar completamente de rumbo, por ahora sólo algunos ajustes en el día a día, solo así ya se siente bien. Quizá después me atreva.
Comentarios
Publicar un comentario