Sin sobresaltos

Avanzaba en el trayecto ensayando uno de mis discursos imaginarios, mentalmente claro, pero quizá, sólo quizá, conversé al aire por un rato, ja. Tenía audífonos, así que cuando me crucé con una mirada inquisidora, pareció que estaba al teléfono y todo tan normal. Englobada y pajareando, como dirían las profes del colegio, seguí sin mirar a nadie, solo iba en automático y seguía en mi discurso, así hasta que las palabras y las emociones se enfriaron. Dejé de imaginar futuros y me concentré en la ruta, a veces aterradora y brutal, otras placentera y sosegada. Los casi 21 km de esta mañana anduvieron lentos, pero a paso firme. La temperatura estuvo a mi favor, es más sencillo y entretenido avanzar sin tanto sol. 

Sigo en aquello de acumular sabiduría para disfrutar de todo sin preocuparme de nada, para no estresarme hoy con cosas que mañana serán insignificantes, bueno, se trata tan solo de una pequeña expectativa razonable. Todo iba bien y así seguirá… mientras tanto, caminar y leer se han convertido en mi refugio placentero.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Somos encuentro

Y un día ya puedes conducir

A un ritmo distinto