Huir de la prisa

En tránsito por calles donde todo se funde. Fueron geniales, pero todo tenía que terminar. Lo que fuera que existía se sostenía por sí mismo, pero eran espíritus libres, solo pulso y sentir. Otros han sido personajes deslumbrantes que intentan -sin éxito completo- resolver asuntos trascendentales. Algunos más siguen siendo asombrosos y se enfrentan a problemas cotidianos. Son los mismos, no han dejado de ser, tratan de dominar la intensidad de sus experiencias, de apropiarse de su poder. Los veo desde la ventana, son criaturas urbanas. 

Las caminatas se han convertido en un espacio de reflexión muy útil para mí, lo vengo notando hace un tiempo. No siempre estoy imaginando, invento, pero también pienso, cualquier cosa, al azar.


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