Ambiente lluvioso

De cuando soñé que me costaba elevarme sujeta a una larga cuerda elástica que me subía lo equivalente a dos o tres pisos. De cuando intenté poner en palabras la sensación de estar a salvo después de llegar al punto esperado con mucho esfuerzo. De cuando me doy cuenta de que soy mucho más que trabajar, que eso es lo más limitado de mí, aunque lo hago muy bien. De cuando reduzco mi realidad a las cosas del jardín, al verde multicolor, a las nubes densas, al cielo limpio.  De cuando me lleno de razones para no decir muchas cosas. De cuando a pesar de las razones lo digo todo. De cuando me concentro en la música y en las canciones que me dicen algo parecido a lo que pienso. De cuando encuentro libros que me hablan y están cerca del sentimiento. De cuando disfruto un momento de café que se convierte en epifanía. De cuando alcanzo el ritmo preciso que me alegra la vida o me amarga la existencia según la precisión. De cuando la emoción contenida encuentra camino y se abre paso. De cuando las conversaciones apasionadas amenizan los paseos. De cuando imagino espacios de descubrimiento e intercambio que me fascinan y motivan. De cuando un suceso sorpresivo matiza el rumbo de la semana. De cuando se me ocurren estas bobadas en medio de pequeños placeres sonoros.… gotas de lluvia que al caer…


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