Casi 50

Celebración en familia desde el desayuno, encendiendo el corazón y agrandando el abrazo con brindis varios. Mimosas, café y color en una mesa de Chapinero alto. Pasear por el centro de la city, turisteando con curiosidad y asombro, como visitantes venidos de lejos. Vida céntrica de domingo. Plazas, iglesias, economía popular. Contrastes brutales. De una esquina a otra silencio absoluto y caos total. Calma y ruido. Pausa para limonada más cerca del hogar y más festejo en la tarde. Todo en la más pura sencillez, con glamour y exotismo casero. Como nos gusta. Pasamos felices, y quedaron algunas imágenes … si no las dejo por acá se pierden el olvido. Así que salud por mas días así.


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