Así. En pausa
Soplaba un viento helado, lo usual, pero no a esa temperatura, y
ahí estaba, dejándome llevar por el mundo en una mañana fría, pausada y
dominical.
Pensando en continuar dejando huellas y seguirlas para llegar otra
vez a esos íntimos tesoros porque la vida es mejor con pasión y amor y sueños,
lo demás… lo demás es un poco espanto.
Tengo como puntos de referencia obligados las estrellas y los
planetas con sus lunas incluidas, esos que cuesta ver, pero que busco, también
sus gestos, sus frases y sus actitudes.
Me gusta todo este color: A veces naranjas y a veces blancas, así las
dalias del jardín. Tengo mis preferidas, claro.
En un ratito de cielo despejado aparece la luna, el pedazo que hay
está sonriente. Amanezco pensando en abrazos sostenidos con algo de fuerza, con
ímpetu y pericia también, muy ocasionalmente, con algo de dulzura,
extraño.
Y eso, nada más que fragmentos, brevedades, microuniversos del
finde. Fue día de madre también, tuve desayunos exquisitos, almuerzos ricos,
compañía, cuidado y descanso, amor y más amor. Luminoso.
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