Por ahí...

 Hace calor todavía, el sol brilla con una fuerza indecente. Todo es ardor, aire caliente, sofocante... el ánimo también está enardecido, todo cuelga de un hilo, parece. Pero ayer llovió. Trozos de nubes densas descendieron sobre estas calles que ya se han vuelto polvorientas. Es insuficiente para reverdecer, pero sí refrescó un poco la tarde. Veremos qué trae el día, ojalá más agua.

Extra. A veces creo que envejezco y paso por alto. En mi cabeza sigo veinteañera, mis piernas sienten lo contrario, pero están lejos de sentirse de cuarenta y muchos, rondando peligrosamente los cincuenta, eso creo que no. Todavía no olvido muchas cosas, sigo prestando atención, pero ayer me sorprendí confundiendo nombres, ja. Me burlé de alguno mucho más joven al que le ocurrió y, como muchas de las cosas de la vida, después me pasó. Es el tiempo. No se detiene. Está bien. 

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Cierta tristeza

Sin rumbo fijo

A diario. Episodios mínimos de lo que va de la semana.