Atreverse
El escalofrío del momento entre la luz y las sombras, el humo y la euforia, tras el primer acorde el corazón se agita, deseando desde el fondo del ser que salga bien. Tocar guitarra, bajo, batería, cantar, componer, sudar, agotarse hasta caer rendidos, olvidar la presión, el público expectante, la exaltación de la tarde. Sale genial, sale bien, sale mal, sale peor. Vivir y disfrutar la vida, traiga lo que traiga. Así el domingo. Tras la emoción y la espera, llegó el día novedoso, y fue como si, de pronto, tras poquísimos ensayos, se nos descubriera una existencia oculta. Blind tyrant era una realidad.