Fuera de foco
Viernes que comenzó frio y en penumbra. Salí más temprano de lo habitual y me gustó el ambiente que encontré. Ayer llovió y la ciudad despertó con un aire más limpio, se respiraba mejor. No tuve que llevar al joven al cole así que escogí otra ruta, aceleré, descansé, las peculiaridades del amanecer de hoy me han gustado mucho. Doce kilómetros en un recorrido en el que oí de nuevo los pájaros alegres que también extrañaban el agua, me encontré con caras conocidas, sonreí a algunos que medio fijaron la mirada, sobrepasé a varios, los corredores me pasaron y en segundos los vi desaparecer.
Anoche fuimos a cine. Vimos Vidas Pasadas y me encantó. Qué
sencillez, muy conmovedora. Las actuaciones son impresionantes, la fotografía
también. Escenas que parecen simples, pero transmiten todo. Entre la serie
argentina que terminé hace poco, Nada, y esta peli, confirmo la fascinación que
me producen este tipo de historias, sin estridencias conmueven y emocionan.
Comencé de nuevo mis clases de la Uni, un módulo de teatro que ha
desafiado mis conocimientos y parece que también mis destrezas. El reto del mes es una verdadera prueba a mi
creatividad. No se me ocurre sobre qué trabajar, pero ya veré, por lo pronto
emociona también, me pone a pensar en algo nuevo y diferente y quizá eso es lo
que me gusta de la maestría.
Acaba la semana y me llegan cantidad de pensamientos,
cavilaciones, ensoñaciones, me preparo para el finde y busco ideas para las
escenas del proyecto dramatúrgico, escenas imaginadas que tienen relación con
infinidad de asuntos. Veré qué traen los días venideros en el campo.