Ver el cielo en silencio
Recuerdo instantes de octubre. He procurado un mes con ejecución
consciente de todo. Algunas cosas se me escapan, claro, sigo en automático,
pero he tratado de estar presente. También he intentado olvidarme de todo por
un rato. Procurando dejar la mente en blanco he logrado un éxito parcial, ocho
de diez en algún momento.
No he hecho mucho, trabajar, estudiar, hacer parte del proceso
democrático y caminar... No, tal vez sí hice mucho. Tuve tiempo para ver a los
amigos y a la familia también, pero creo que se me fue octubre sin paseos.
Aunque con mis rutas en la montaña me sentí a gusto, pudieron ser más, pero
estuvieron bien y además variadas, con viento, tormenta, sol brillante. Tuve ascensos pasando por todas las
estaciones. Incluso, por primera vez,
anduve bajo granizo y escapé de los rayos.
A veces los días estuvieron grises, a veces nos sentimos
agobiados. En ocasiones el entusiasmo y la pasión nos desbordaron. En medio del
drama noticioso de aquí y allá, mantenemos ilusiones y anhelos. La vida es así.
Souvenirs del mes
×
El aguardiente en la playa que me resultó dulzón estaba helado y
pasó sin amargura, se acabó la primera botella y estaba lista para la otra
ronda, una que con sensatez evité.
×
Los rayos de luz que atraviesan con sutileza la calle cerca del
cole del joven.
×
La previa del concierto de Måneskin, la emoción y la sopa de
tomate de esa noche de martes.
× Ah y por f**king fin terminamos Better call Saul. Malos muy malos
que tienen algo de bueno, otros malos sin más, la humanidad y su condición.