Septiembre en verde
Además de reuniones interminables y consecutivas en
este mes, he mantenido mis paseos en solitario para aclarar la mente, y me he
aventurado también con compañía. Encontré, justo en compañía, un camino oscuro
y estrecho, resbaloso y desafiante, por el que logré otro ascenso al páramo.
Además, me he encontrado con mis amigos para ponerme al día con la vida.
También celebramos quince, sensación de euforia total, comimos pizza en
familia, compartimos asado y torta con los amigos del joven, nos divertimos con
el bailecito aquel y soportamos mucha música, de esa horrible que nos invade y
cada vez toleramos más. Celebramos veinte con asombro, organizamos
pensamientos, recuerdos y emociones desde 2003, desde aquella noche lluviosa de
lunes en un día sin carro. Tomé algunas clases, de nuevo al aula, esta vez
virtual. Como si fuera poco, dimos vuelta por la tierrita, también por la
playa, y para terminar el mes redondo, prorrogaron mi contrato, así que, por
suerte, los días que preví cesantes no serán.