Repaso de lunes

Caminar un poco, lentamente. Conversar sobre lo que viene hasta llegar al cole. Tomar el bus, observar a los pasajeros e inventar historias. Llegar a la oficina en soledad, instalarme. Recibir los buenos días, unos con intensidad. Empezar a endulzar y a pensar en la intensidad.  Un día impreciso, con sus reuniones, sus imprevistos y compromisos, poco práctico, agotador, pero luminoso. Qué sensación extraña está de empezar semana con novedad.




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