Inhalar… exhalar

Continuando con los apuntes sobre lo que me pasa, lo que hago o cómo me siento, dejaré un par de notas del finde, otro que se va, uno largo, soleado con tormenta incluida… lo del cambio climático está para quedarse. 

Mis planes por estos días estuvieron entre la quietud, las series, las hamburguesas caseras, y un par de caminatas cortas que me permitieron pasear a solas con mis pensamientos, llenándome de ligereza y libertad. Aunque confieso que sumergida en mis ideas me he dado cuenta, que no tienen ni pies ni cabeza, pero da un poco igual. 

Adoro los sábados, pero con festivo, el domingo es mi día favorito y ayer fue genial. Visita familiar, tarde cálida, sobremesa extendida en la terraza, fantástico. Aunque antier no estuvo mal, después de la mañana en la montaña y el almuerzo frugal, bajamos al pueblo.  Estaba lleno, gente, autos, algo de congestión. Sin embargo, en la city, cuando los lugares están así, los veo a todos moviéndose, ansiosos, dominados por la inmediatez y acá, por fortuna, es diferente, se respira otro aire. Aun cuando lo que mueve a la gente por estos días es la política, las campañas, las promesas y las ilusiones, todo es a otro ritmo.

Y bueno, esperando que se materialicen, dejaré por acá mis propósitos para esta semana corta. Número uno: Saber estar con lo que la vida ofrece. Prioritarios en segundo lugar: Una buena conversación, dormir bien, ir a cine, empezar un buen libro… tengo muchos esperando que los abra, sabré escoger, supongo. Si queda tiempo: Quiero dejar la lista de pendientes en su mínimo posible, por tanto, ir por la vacuna del joven, sacar mi cédula digital, organizar mis documentos para la declaración de renta, organizar mi armario.  Ya sé, no lo lograré, ya me puse de ambiciosa, pero con que tache algunas de la lista estaré bien.

Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―