De amarillo

Así amaneció la ciudad después de una lluvia sin contención, ni control, una que nos acompañó toda la noche. Los alcaparros del barrio y de la vecindad despertaron con las flores en la calle. En la mañana, cuando salí a dar vuelta, seguían lloviendo flores, hojas y caían algunas gotas aún, pero se tranquilizó todo en breve y el aire estaba limpio y helado. Me gusta la sensación después de la lluvia, aun en la city se siente un ambiente tranquilo y maravilloso, bueno, muy temprano y lejos de las vías principales.


Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―