Aire de fiesta

Sol y niebla, nubes, agua y flores al viento formaban parte del paisaje mañanero; sin embargo, con la vana ilusión de una tibia y cálida tarde, nos atrevimos a poner la mesa al aire libre y tuvimos suerte. Espantamos la lluvia y el sol se impuso.

Casi con puntualidad nos encontramos, dejamos de lado los dramas noticiosos, el acontecer nacional pasó a otro plano y nos concentramos en peripecias, sucesos nuevos, algunos ya contados, junto a experiencias propias y ajenas, nuevos trabajos, próximos viajes y así, entre esto y aquello, risas y algunos pasos, se fue un domingo de encuentro y celebración. 

Parece que fue ayer que nos reíamos mucho sin demasiadas preocupaciones y celebrábamos la vida, esa que mucho nos ha dado, pero resulta que han pasado ya 29 años, nada menos. La tiranía cronológica nos trae a veces ecos del pasado, pero esta vez, con el combo casi completo, obviamos las canas, que creo solo se me ven a mí, y las arrugas superficiales, y bailamos un poco, cantamos otro tanto, disfrutamos la parrilla, elevaron cometa, entonamos un cumpleaños feliz y repartimos buenos deseos.… y que nadie nos quite lo compartido y lo disfrutado.  Dicho lo cual, fue una tarde estupenda, he de decir. Encontrarnos solo trae agradecimiento. 
























Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―