¡Cuántas emociones!

Finalizar y hacer balance, comenzar y pensar en propósitos. Por un lado un agradecimiento inmenso, la vida me trata con cariño pese a que a veces exijo y exijo... por el otro, poco o nada, permaneceré fiel a mi instinto de libertad y por tanto, no fijaré metas que me restrinjan, pretendo seguir cantando mentalmente, por el talento escaso, bailando aunque no salga tan bien, sonriendo por ahí a cuanto conocido y desconocido se cruce en mi camino, y, por supuesto, caminando sin parar. Bueno, pero también, como ha sido siempre, algunas veces con más éxito que otras, espero causar el menor daño posible a quienes tengo cerca y, ojalá, evitarlo a quienes amo. 

Brindaré otra vez por la ilusión del futuro, de ese que no sé cómo será. Intentaré vivir un año más sin grandes expectativas, ni preocupaciones, con mis limitaciones, con mi sensibilidad, apostando por cada instante, y tratando de encausar el delirio con mayor aplomo. Seguiré atenta y despierta ante la vida, es misteriosa y fascinante, y ahora, cuando todo parece ser más efímero y complejo, quiero disfrutarla con calma, con su maravillosa intensidad. Quiero confiar en mí, en los demás, en el universo. Nada de angustias inútiles, quiero vivir tranquila, total la vida sucede a pesar nuestro, y además, empieza a cada rato. ¡Un salud por lo que pasó y otro más por lo que viene!





Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―