Instantes de noviembre

Hojas que caen, flores que crecen, pájaros que vuelan. Se fue noviembre otra vez. De amarillos, ocres, verdes y muchos grises anduvo el entorno. Un mes de medalla de bronce, de muchos paisajes, largos paseos, cálidos abrazos y dulces besos. Con unos días a la sombra de los arbustos, otros escapando de la lluvia, y algunos más bajo el azul oscuro del cielo. Muchos instantes únicos e irrepetibles que quiero atesorar para siempre. No pasaron grandes cosas, pero así es la vida, a veces, solo pasa. A veces está bien así. Creo que así es como más me gusta, cada momento con su grandeza.

Celebraciones bonitas y un año que se suma a los muchos ya recorridos, pero más allá de unas canas grises, plateadas, brillantes y algunas arrugas nuevas, los sentimientos de juventud me arropan y me siento en un buen momento.

Espero diciembre con entusiasmo, para soñar entre las nubes, imaginar en medio del verde, para no detener el movimiento, para que siga como la vida… mientras palpite el corazón.

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He recordado estas últimas semanas lo fácil que es resbalar, maniobrar en la caída y quedar en pie. Es el barro, son las baldosas resbalosas, es la lluvia que no cesa. Así en la calle, así en la vida.


Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―