Desde la ventana

En medio de mañanas frías y tardes heladas siento la existencia tan frágil, tan efímera, veo almas que pasan a gran velocidad, contemplo la caída de las hojas que se dejan llevar por la brisa y me ausento. Creo que a veces aparento normalidad, pero no hay tal. Pienso en no siempre escribir todo lo que pasa por mi mente, tampoco compartir todo lo que escribo, quizá escribirlo, no compartirlo. Tal vez no pensarlo. Mejor abrazarme al viento. 

Llueve, pero aparece un breve destello y recuerdo una suma de conversaciones que se desvanecieron hasta quedar en nada. Sin embargo, algunas me atraparon para siempre, permanecen. Mezclo recuerdos con emociones, sin sentido, pero con fotos, por eso paso por acá. Por eso leo mi yo de hace meses, años, no soy la misma, aunque un poco sí.  

Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―