Cierta forma de paz

Caminar comenzando el día, sentir el viento, despejar la mente, imaginar qué quiero, ser feliz.  Caminar por los callejones, crear teorías disparatadas, reírme, entrar a los parques, regresar y ponerme al día con mis tareas, pero sin dejar de pensar en lo fantástico que sería un mundo sin compromisos, sin horarios, ni tráfico, ni inseguridad, con montañas verdes por todos lados, aire tibio. Puro hedonismo mañanero.





Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―