Pasado por agua
Abril y la lluvia. El frío y el gris han envuelto las jornadas del
mes. Han sido días con historias bajo torrenciales aguaceros tropicales, aunque
también hemos tenido algunos instantes a la sombra de ramas soleadas. Ha sido
un mes con momentos de calma oyendo cómo cae el agua y otros de carrera porque
ésta llega de repente. Un poco de todo
tuvo este mes que acaba. Una tarde tuve suerte y justo cuando venía llegando,
en dirección oeste, encontré el sol cayendo, entre cobre y rojizo se despedía y
dejaba su halo brillante. Así ha sido, en medio de la bruma aparece el color.
En abril anduvimos de feria y de compras de libros, no tantos como
nos hubieran gustado, los precios elevados nos convirtieron en prudentes
compradoras. También estuvimos de paseo, los días de Semana Santa nos regalaron
magia y risas en buena compañía. Muchos momentos que guardaremos en la memoria
y por si los olvidamos, siempre tendremos fotos. El mes también estuvo
cumpleañero, celebramos los setenta y muchísimos de mi madre y repetimos
brindis por los cincuenta y poquísimos de Pancho. Además fueron días de encuentros, de
normalidad callejera, de tráfico espantoso, de juegos de palabras, de querer y
ser queridos.
Y sí, volvió el invierno, parece que para quedarse por varios días. Y sí, me mojé unas cuantas veces, quizá ocurra de nuevo. Y sí, me gusta que llueva, pero sin exagerar.... ya está bien!