Discurrir

En movimiento desde antes de que salga el sol.  Minutos en penumbra avanzando por las calles del barrio, con autos en la vía, pero pocas personas transitando.  Así, de a poco, empieza a llenarse el ambiente, de un lado y otro salen niños a esperar ruta, algunos amos a pasear a sus mascotas, trabajadores varios, deportistas madrugadores.... en menos de nada la ciudad adquiere vida intensa, y apenas superamos las 6:00 am

Aunque muchas caras ya me resultan familiares, no faltan inesperados transeúntes, perdidos a veces, bicis y patinetas raudas, y últimamente también interrupciones en la vía por arreglos del asfalto. Mientras avanzamos en la ruta, una diferente cada día, la ciudad termina de despertar y nosotros agilizamos el ritmo, conversamos, discutimos, nos reímos y llegamos. De regreso imprimo velocidad y de calles con vendedores de café y arepa, de conversaciones de esquina con tinto y empanada, llego al parque. Me gusta. El ambiente es amable, cada uno en lo suyo, un entorno bonito. camino rápido, troto suave, me quedó bajo un árbol, inventó secretos que guardan los que pasan en frente y me miran de más, imagino historias sobre los que ni siquiera levantan la mirada y salgo deprisa porque casi siempre se me hace tarde para llegar a trabajar.

Y así de 5 a 8 tengo mis horas más felices del día. El desayuno sin igual, variado y preparado con amor y pan casero, encontrarlo servido y colorido me fascina. Mi baño, que aunque corto, disfruto un montón, me consiento con aceites y cremas aromáticas. El camino al cole, lo más entretenido; y el regreso casi siempre con el rayo de sol pegando fuerte. 

También disfruto la hora de almuerzo y la sobremesa, claro, y un rato en la tarde noche cuando descanso en compañía. Lo demás… laborar y aunque de vez en vez algo de emoción aparece, normalmente la rutina me consume y entre responder una cosa y escribir otra, se va el día.  No percibo el éxito profesional, definitivamente no lo encuentro, no me toco, pero sí creo que lo mucho que hago, con el poco impacto que tiene, facilita la satisfacción y las recompensas que recibo en la vida, que al fin de cuentas son lo importante para mí, me permiten disfrutar, contemplar y aprovechar la existencia desde muchas perspectivas…  Y bueno, quizá algo quedará de lo demás, tampoco es que sea tan estéril la labor.


Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―