El Páramo

La última vez que anduve por acá fue aquel día en el que, con una decisión carente de toda lógica, decidí que lo mejor era regresar montaña abajo. Hoy me enteré que es recomendable el camino solo en compañía de un guía… bueno, da un poco igual, porque si lo hubiese sabido, creo que me habría aventurado… un poco de rebeldía que no repetiré.

Ayer la montaña nos regaló toda su magia.  Volver a sentirnos entre las nubes y a respirar desde lo alto nos llenó de emoción.  Amo estar en el páramo, lo veo todo mejor. Elegimos caminar la cima por una senda diferente. Todo era blanco hacia el horizonte, pero en un momento, todo fue color. Ver cómo el cielo se va a abriendo y da paso a verdes imponentes resulta majestuoso y estremecedor.

 Fue una bonita despedida, el adiós perfecto para regresar a la city, para irnos queriendo quedarnos…. Pero ya está, estamos de vuelta y viviremos estos días de ciudad de la mejor manera posible.


Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―