Suspendida

La vida que se va y yo solo quisiera más tiempo, sí, alargarlo lo que más pueda para hacer lo que me gusta o para no hacer nada.

Los placeres instantáneos y yo queriendo recordar solo lo que me hace reír, lo bueno...

El absurdo de la existencia y el desprecio por la vida abruman y, sin embargo, bajo un rayito de sol que asoma, siento más que nunca, la necesidad de disfrutar de aquellas pequeñas cosas… la calidez de este instante, los abrazos al despertar, el sabor del café. Soy consciente de su brevedad, pero me sientan tan bien.


Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―