Mientras salía el sol
Sentir el amanecer y emocionarme con él, por un nuevo día, uno que
parece bonito, amable. Después de los
aromas del despertar, casi en la madrugada, con café negro y pan recién hecho,
salí a ver los colores del paisaje que nos rodea. Inhalar y exhalar
profundamente para llenarme del olor de campo, del pasto fresco. Es lindo estar
por acá. Falta mucho por caminar y descubrir en el vecindario y por supuesto,
mucho más un poco más allá, pero por ahora, por hoy, decido permanecer acá,
contemplar un tanto y estar lista para la jornada... que a veces creo que se
hace más larga de lo necesario.