Se vale seguir de celebración
Se celebra siempre, como el año pasado, como el
anterior, como el otro y así, como nos gusta. Pero esta vez cambiamos de
escenario, comimos pizza fría, aunque sabrosa, brindamos por la vida y pedí
deseos con deliciosa y preciosa torta de chocolate, mucho chocolate y centro de
fresa. Una noche repleta de cariño, de entretenidas conversaciones y por
supuesto, de algunas risas. No hubo música ni exceso de alcohol, no bailamos ni
cantamos, pero disfrutamos… desde luego lo que vale es la compañía y la
generosidad de mis amigos, los más peligrosos de todos. No soy la mejor
anfitriona, está claro desde siempre, pero tener visitas así me encanta, ojalá
pase pronto esta pandemia del mal y podamos repetir sin tanto distanciamiento.
Ojalá podamos repetir siempre, en 10, 20, 30 años más, que esto apenas
comienza.