Días revueltos

No he superado aún la tormenta de sensaciones que ronda mi cabeza con el confinamiento. Sentir que existimos con tantas restricciones me agobia todavía.

Estos días de aprendizaje, de lenta espera, de acumular ideas y ganas de recuperar la libertad sin límites han sido un torbellino de sentimientos, pero aun así procuro creer que la clave para triunfar es valorar el camino que transitamos. Es lindo mientras no pienso, cuando alejo el ruido de mi mente todo parece ser perfecto, mi refugio de tres sin alteraciones, pero no siempre tengo éxito. 

Con la certeza de que hay muchas formas de ser y querer intento estar aquí, lúcida y feliz, extrañando encuentros y risas en vivo con aquellos a quienes quiero tanto, con la nostalgia de los encuentros desprevenidos, y evitando el miedo de saludar y sonreír a transeúntes y caminantes que me he cruzado en esta semana de breves paseos en los que he vuelto a sentir la brisa fresca, esta vez, tras una máscara que esconde expresiones y emociones. Nunca imagine vivir este universo delirante, quiero superarlo y retomar para sentir otros aires.


Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―