Futuro incierto



Ni revelaciones místicas ni nada, lo que es a mí, el virus me ha parecido una verdadera mierda. Nos vigilan, nos perfilan, nos restringen y nada podemos hacer. Bueno... cuidarnos, esperar, confiar, y claro, agradecer infinito a este par que soporta mi dosis diaria de locura y me quiere a pesar de mí. La verdad, no necesitaba pasar por una pandemia para valorar lo simple e importante, quiero mi vida de vuelta.

Han sido meses agotadores y retadores, han sido días iguales en medio de lo mismo... Atrapados en el mismo día de oficina una y otra vez. Sé que al final quedarán solo los recuerdos, algunos muy valiosos, pero pfff, YA, suficiente, ¿no? Pese a todo, continuaré intentando sintonizarme con la vida, aún en medio de los fracasos domésticos. ¡Sé que puedo!

 

Bonus: por supuesto valoro y agradezco infinito al universo la suerte que tengo, pero a veces me agota fingir que todo está bien y pretender que no extraño estar cara a cara con gente a la que también quiero, la proximidad, la libertad de ir a donde se me antoje sin miedo. No es lo mío esto del encierro y menos aquello de tener tan cerca las restricciones de muchos y poco poder hacer. La realidad descarnada de esta época me afecta un montón y la ausencia de sentido común y de bondad no es alentadora.


Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―