La vuelta al lago

Para terminar de celebrar los diez del peque nos fuimos de paseo.  Repetimos destino porque no podíamos ir muy lejos, así que con un plan similar al de hace poco más de un año, pasamos un par de días fantásticos, tibios y animados. 





Lo de este finde se resume en historias mínimas y divertidas que nos permitieron salir de la rutina que a veces agobia. Imaginamos una cruzada recolectando bayas para una fuerte guerra de la que no salí muy bien librada, nos perdimos en un bosque repleto de "duendes" y casi desfallecemos después de varios kilometros acompañados de tinto y late, los mejores amigos del paseo. Ah, también nos relajamos en aguas azufradas y burbujeantes y perdimos la noción del tiempo en la piscina de la que salimos arrugados como las más deshidratadas de las pasas.  En fin, volvimos repletos de bonitos recuerdos, de esos que nos permitirán mantener la magia a pesar de los pesares.

















Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―