Dulce y encantada
Sencilla, cálida y luminosa también. Así fue nuestra Navidad. Mucho cariño, ricos platos y los mejores postres para celebrar una bonita noche. Nos gustó, claro que sí! Estuvimos juntos y eso nos pone el corazón contento. La ilusión de los regalos y agradecer en familia lo que la vida nos comparte fue esencial y esperar hasta media noche fue imposible una vez más... El niño Dios nos visitó un poco antes y el peque estuvo más que feliz de recibir tanto amor convertido en grandes, y no tan grandes, paquetes de pura diversión.