A un paso de los 60


Hace nada celebrábamos la llegada al quinto piso del tío Tom y resulta que ayer nos volvimos a encontrar para festejar la entrada al club sesentero... ¿Cómo es posible? 
Así es, aunque no se nota para nada, la cédula no miente. Ante tal evento hicimos caso, y por su puesto no pasamos por alto la celebración...  Los primos organizaron todo un festín, perfecto para la ocasión.  Música, brindis y muchas risas para acompañar semejante acontecimiento.
La tarde tuvo de todo, claro que sí! El menú estuvo de lo mejor, la decoración muy apropiada y la música fantástica para ambientar este cumple con todos los ritmos posibles... No falto el vallenato, menos la ranchera, estuvimos muy de mente abierta, y hasta canciones para cantar a "grito herido" disfrutamos... quién lo iba a decir, si incluso  nos deleitamos con Corazón, corazón, con una de las mejores voces de la fiesta.  Y qué decir del baile... con pista improvisada aprovechamos paso doble y merengue ocasional, para no dejar pasar la oportunidad.
Pasamos felices, no pudo estar mejor. A tu salud tio, que sean muchos más.




  





































 










 






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Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―