En sus marcas, listos....
Empezó la celebración... dejamos atrás los 30s y
damos paso al cuarto piso, entrada triunfal sin nada que lamentar... ni las
canas que aparecen ya, ni las arrugas que decoran de manera permanente. Son 40,
muchos, sí, pero bien vividos y celebrados, tanto así que bienvenidos los
confeti, la fiesta bailable, las carcajadas y los buenos deseos, que esto
apenas comienza y seguirá con más y mejor de lo que tanto me gusta.
No hay manera de explicar la alegría que me
producen los cumpleaños y lo que me gustan las celebraciones y cuando son
sorpresa, más... momentos bonitos en su mayoría, que atesoro y disfruto por
largo rato. Por supuesto, este no ha
sido la excepción... Sorpresas y regalos en cantidades, dicen por ahí que más
de cuarenta; música y dulces de sobra y la mejor de las compañías, inigualable.
Bueno para el alma, el espíritu y el cuerpo.
Bailar es lo mejor de lo mejor y en buena compañía es insuperable... sino, que
lo diga Nico, que animó la fiesta y opaco al resto de invitados a su ritmo, con
su paso y su cantar!
Aunque en los últimos meses la vida me tiene
repleta de trabajo y quizá por primera vez me he sentido extenuada y saturada,
viene de maravilla hacer un alto y celebrar con amigos adorables y con mi
familia, que es de lujo, ¡la mejor!