Julio vacacional
Finalizamos un mes de relajo. El cambio de
horarios del peque, disfrutando las vacaciones a su ritmo, nos permite
pasar días más tranquilos, sin prisa, por lo menos sin el acelere y las
madrugadas del cole.
Se acaba julio y con
él pasan días de muchas palabras inventadas, de risas por montón, de
aprendizajes estupendos, de obsesionarse con el paso del tiempo, de
recuerdos y aventuras sin igual.
La
invejez, perrunez y asquicio hacen parte del elaborado e ingenioso
vocabulario del peque. Dominar el arte de pedalear y aprender a leer el
reloj son el gran triunfo de estos días.
Los recuerdos insuperables de mis épocas escolares, que todavía me tienen
feliz y contenta, no tienen precio. Eventos, encuentros, visitas, celebraciones y
planes estuvieron a la orden del día, y así, le damos la bienvenida al mes de los vientos.