En el subte
Mi madre emocionada ante la perspectiva de
un paseo relajado, flotando en un hermoso rio, rodeada de animales y naturaleza,
se entusiasmó y descendió a la cueva, lejos de imaginar que la esperaba la
más extrema de sus experiencias… sino era así, no era (y realmente era cero
extremo)
No logró relajarse, pero asumió el desafío y
finalizó el trayecto… no lo repetirá, pero ya está preparada para el bungee
jumping, y qué decir del peque, ahora mínimo lanzamiento en paracaídas... bueno, sin exagerar... quizá tarabita!!!