Semana Santa en New York
Una semana corta pero intensa. Pese al frío, la lluvia y la
nieve ocasional, nos divertimos en cantidades. Disfrutamos cada uno de los
instantes del paseo, nos sorprendimos con el tamaño de las cosas, nos abrumó un
poco la cantidad de gente, y nos encantó la mezcla de culturas, idiomas, y
razas. El mundo en un lugar!
Aterrizar a media noche junto con la incertidumbre de no saber a
donde llegábamos hicieron que las emociones de las vacaciones comenzaron desde
el inicio del viaje. Pero todo anduvo bien.
Algunas noches en Manhattan y otras en Brooklyn y el alojamiento
estuvo arreglado, además con los mejores anfitriones que hubiéramos podido
encontrar. Realmente sorprendente la hospitalidad con la que fuimos tratados y
la amabilidad de las personas que conocimos. Después de mucho caminar, recorrer
parte de la ciudad en metro y en bus, entrar a una y mil tiendas, frustrarnos
con la comida, tomar mucho café, patinar, conocer algunos museos y
maravillarnos con pinturas que solo habíamos visto en libros (y por
casualidad), sorprendernos con otras que nunca entenderemos, congelarnos en
medio del Central Park, encontrarnos con Constanza e ir al templo del Jazz
(Blue Note), regresamos a casa agotados, pero encantados con lo que conocimos y
aprendimos...
La pasamos súper bien!!!!
Desde ya nos empezaremos a preparar para las próximas
vacaciones, ya veremos qué depara el destino...
Y como siempre, he aquí
algunas imágenes que nos permitirán recordar algunos de los mejores instantes...