lunes, 1 de enero de 2018

Felicidad de fin de año

Último día del año y despertamos felices, disfrutando en la cama ricas y dulces cerezas... con algo de pereza decidimos levantarnos, no queríamos carreras antes del vuelo. Mejor estar sin afanes, nos dijimos. Todo iba bien hasta que a nuestra llegada al aeropuerto, por casualidades de la vida y mensaje de los dioses, recordamos que habíamos dejado los pasaportes en el hotel. La angustia se apoderó por un instante de nosotros, pero Pancho, que lo puede todo, y un taxista caído del cielo, lograron lo que parecía imposible... en escasos 30 minutos fueron y volvieron... todo un récord considerando que lo normal son 30 minutos en un solo trayecto. 

Corriendo alcanzamos la puerta de salida y subimos al avión, todo en orden, qué descanso! Una hora después, seguíamos en el avión sin despegar... desembarcamos por problemas técnicos y esperamos... una hora después, lo conseguimos. 
Rumbo a Punta Arenas a esperar la llegada del nuevo año!!!! Las cosas de vuelta a la normalidad, salvo por la pérdida de un valioso trozo de mi muela... ¿Por qué comiendo sándwich en baguette podría partirse un diente? ¿Quizá una señal???
El plan a nuestra llegada era partir a ver pingüinos, pero como no todo sale como se programa, nuestra ilusión de repente se frustró por una mina de carbón que se instaló en la zona y aburrió a estas aves marinas que moríamos por tener cerca. Caras tristes, pero nada que hacer, aunque podíamos ir a la Isla Magdalena al otro día, implicaba demasiados planes alterados, así que asumimos con valentía y dejamos para otra oportunidad los pingüinos magallánicos... ¡Significa que tendremos que volver!
Cambiamos la ruta programada y nos dedicamos a recorrer la ciudad, no muy activa en realidad, poca gente y escaso movimiento. El día fue largo y estuvo perfecto para recorrer la costanera, el centro, disfrutamos el sol hasta pasadas las 10 de la noche. Preparamos una muy frugal cena de noche vieja y estuvimos listos. Sin proponérnoslo,  tuvimos habitación con vista al mar y la suerte nos acompañó, desde nuestra ventana disfrutamos en primera fila un estallido de luces en la oscuridad, mucho brillo y color para empezar el año! La emoción del peque y sus palabras de euforia y alegría compensaron un tanto el episodio de los pájaros aquellos... 



















Con un espectáculo de juegos artificiales y de sonrisas fugaces le dijimos adiós al año, a uno especial que nos trató bien. Este año terminó lleno de amor, gratitud y paz. Ahora, esperamos con ansias lo que nos depara el 2018... Brindemos, pues, por un nuevo año colmado de buenos y felices momentos; saludables y asombrosos y que así sea para todos.







Suceso reciente

Despedida

Volverán del campo más temprano de lo previsto. Harán las maletas sin hablar. En el auto, el silencio funcionará como acuerdo. Al llegar, el...